lunes, 7 de enero de 2008

A la ocasión la pintan manca, o algo asi, no?


Cuenta la historia que el joven Ramón Maza, hijo del viejo Maza, fue uno de los tantos conjurados que en el año del Señor de 1839, en pleno bloqueo anglofrancés, o francoinglés, intentaron dar muerte al Restaurador de las Leyes. Mientras hablaban, el susodicho hijo del viejo Maza y Don Juan Manuel en una galería que daba a los jardines de la casona de Palermo, a solas, pintó una oportunidad que había que ser muy salame para dejar escapar.
Pero claro. El pibe, que era coronel, pero era un pibe, no tuvo los cojones. Así que se rajó. Y el Gobernador, piola, le tendió una trampa, unas horas a posteriori (chupate esa mandarina), y lo hizo fusilar. Porque el padre de Manuelita, digo, la hija del tal Rosas, no la tortuga, no era ningún sonso, vean. Pos claro, manito. Ya lo sabía. Porque no al pedo llegó donde llegó, digo.
En pocas palabras.
¡¡¡¡Hay que ser boludo, ehhhh!!!!!

2 comentarios:

Livio dijo...

Yo tambien hice ese tour por la manzana de las luces...

GC es un grande dijo...

hace poco fui a ver un coro en el anfiteatro de la manzana de las luces ese lugar es increible...

saluditos