jueves, 7 de octubre de 2010

Big night? No, vieja...


Conocí, hace tres días, a un pibe. Normalito, simpaticón, macanudo, bah. Nos encontramos ayer en la puerta de La Perla de Once. Pedimos cerveza. Creo haber comentado que alguna vez, con una amiga, asaltamos el barcito de mi viejo y nos mamamos con ginebra. La cuestión es que, desde esa noche, la ginebra me re cabe. Y tomarla a la holandesa, es decir, después de una jarra de birra, ni hablar. Pero no me dió andar mostrándome tanto la primera vez que el pibe salía conmigo, así que me contenté con una Stella. Charlamos un rato, y cuando ya nos quedábamos sin mucho que decir, el man me preguntó si me interesaba acompañarlo a un Cine Club de la avenida Córdoba donde daban una de Truffaut. Los primeros segundos, me patinó el embrague y no supe qué contestar.
Un eehh... yooo... eh... me... saltó de mis labios a la mesa y se escurrió entre los vasos, hasta que pude armarme y contestarle un No demasiado rotundo, que no era lo que el flaco merecía. Me miró algo desconcertado, así que hice un rebaje y empecé, algo plañidera, a decir que mañana, el laburo, mis sobrinos... bueno dale. Y allá fuimos con el 168 rumbo a Villa Crespo, creo.
"Diario íntimo de Adéle H."
Por Dios.